Nietzsche se cuestiona
todos los valores de la cultura occidental vigentes en la época.
Para él, la cultura occidental es un fraude, un mundo alternativo,
un ultramundo ficticio en el que vivir con seguridad y comodidad. La
manera griega de ver el mundo, es interpretada por Nietzsche como un
síntoma de decadencia. Es decadente todo aquello que se opone a
todos los valores del existir instintivo y biológico del hombre. Se
trata de una crítica total a los tres mundos que son inventados por
el hombre occidental y que son síntomas de su decadencia: el mundo
racional, el mundo religioso y el mundo moral.
Nietzsche critica dos aspectos
de la moral tradicional: su dogmatismo y su carácter antivital.
La moral tradicional
establece unos valores morales que se suponen objetivos (Platón los
sitúa en el mundo de las ideas y el cristianismo en la mente de
Dios). Sin embargo Nietzsche sostiene que los valores morales no tienen una
existencia objetiva, no son realidades independientes del individuo.
Los valores son de las personas y por tanto subjetivos. El
dogmatismo moral consiste en olvidar que los valores dependen de
noso tros y mantener que tienen una existencia objetiva.
Al
considerar que los valores morales son objetivos, la moral
tradicional asume que son universales y por lo tanto aplicables a
todos los hombres. Sin embargo N. afirma que
en realidad los valores se crean y van cambian por lo que son
distintos a lo largo del tiempo y en cada cultura.
Nietzsche considera que
otro error de la moral tradicional es su “antinaturalidad”, es
decir, la negación de lo natural, la negación a la vida. Es una
moral de resentimiento en contra de los instintos y el mundo natural.
La moral occidental no es más que costumbre, defensa de la sociedad,
y supresión de los valores del individuo.
Para Nietzsche existen
dos tipos de moral:
Moral de los señores: es
la moral de los fuertes. Bueno es todo aquello que eleva al
individuo. Crean sus valores sin tener en cuenta lo que hagan o digan
los otros. Satisfacen sus deseos y llevan sus pasiones al límite.
Moral de los esclavos: Se
correspondería con la moral tradicional, es la de los débiles. La
vida es demasiado dura, por eso, sitúan la felicidad en paraísos
racionales (Platón) o sobrenaturales (el cristianismo) que pasan por
destruir las pasiones. Determinan lo que está bien y lo que está
mal.
En la historia de la
cultura de occidente se ha producido un constante crecimiento de los
valores de los débiles, que han conseguido implantar su criterio
carente de energía vital. Según Nietzsche es necesario un cambio
para implantar una moral basada en la voluntad creadora de valores,
que sólo será posible negando a Dios. No rechaza la moral, sino la
moral idealista de los débiles, cristiana y burguesa. No se trata,
por tanto de la supresión de la moral, sino de su sustitución por
otra fundamentada en la vida, en la voluntad de poder, la cual
consiga sanar a la cultura Occidental.
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